El Internet de las cosas: ¿amenaza para la privacidad o palanca para cambiar el mundo?
Siempre me ha llamado mucho la atención la expresión “Internet of Things” (IoT) porque esto del Internet de las cosas me lleva, inexorablemente, a una película futurista. Sin embargo, si echamos un vistazo más en detalle del fenómeno, este no se aleja mucho de la ficción. De hecho, el Internet de las cosas no es más que la invasión de nuestra vida diaria por parte de Internet. Aunque, explicado desde un punto de vista técnico, podemos decir que consiste en la interconexión digital entre objetos cotidianos, lo que les convierte en objetos inteligentes.
Cada vez hay más personas que tienen uno de estos relojes inteligentes que miden la frecuencia cardiaca, los pasos o que te permiten leer el WhatsApp o responder una llamada telefónica. Cada vez hay más hogares que disponen de una Smart TV o de altavoces conectados conAlexa, Google Assistant o Siri, asistentes inteligentes con capacidad para controlar los dispositivos de casa con vistas a crear un hogar inteligente o contarte un chiste. Y no sólo eso, aunque nos parezca cosa del futuro, hasta existen frigoríficos capaces de hacer pedidos en función de los alimentos que queden en su interior. Esta tendencia de hacer más interactivos los objetos cotidianos y aumentar los hogares conectados nos lleva a otro concepto que habréis escuchado más de una vez: las Smart cities, cuya finalidad es el desarrollo urbano basado en la sostenibilidad.
Pero, ¿por qué hablaba de invasión? Atención a los datos: se calcula que todo ser humano está rodeado, al menos, por entre 1.000 y 5.000 de estos objetos inteligentes. Según la empresa Gartner, en 2020 habrá en el mundo aproximadamente 26.000 millones de dispositivos con un sistema de conexión al internet de las cosas. Se refiere a los miles de millones de dispositivos físicos en todo el mundo que ahora están conectados, recolectando y compartiendo datos.
¿Cómo funciona IoT?
La clave está en las herramientas que convierten las cosas en objetos inteligentes, permitiéndoles conectarse a Internet y ampliando las funciones que son capaces de realizar. Por ejemplo, un electrodoméstico podrá conectarse cuando estemos fuera de casa utilizando sensores y APIs para intercambiar datos por Internet. Otro elemento importante en todo esto es que se recogerán estadísticas sobre el uso que demos a ese objeto. Y a través de estos datos se sacarán conclusiones con el fin de dar un uso más eficiente al mismo. Las herramientas clave que permiten este análisis son las que se utilizan para gestionar el Big Data, analíticas predictivas, Inteligencia Artificial (IA) y machine learning, y la identificación por radiofrecuencia (RFID).
Riesgos del IoT
Todas estas cosas que nos rodean y que forman parte de nuestras vidas, que están conectadas a Internet, que almacenan datos sobre nuestros hábitos, gustos, comportamientos representan una información muy valiosa para su uso comercial, pero también puede ser empleada para otros fines. La pregunta es si somos conscientes de todos los dispositivos que tenemos a nuestro alrededor y que están conectados a Internet. Cuando se enciende un Smart TV o cualquier otro dispositivo conectado a la red, internet lo detecta y recoge su información para saber en todo momento lo que se está haciendo en casa. Está claro que no sabemos hasta qué punto somos susceptibles de sufrir un hackeo, pero ha ocurrido que malwares como Mirai han aprovechado la vulnerabilidad de aparatos electrónicos conectados para infectarlos, accediendo mediante telnet con las credenciales de acceso que vienen por defecto, cargando su código malicioso en la memoria principal del dispositivo.
Beneficios
Después del párrafo anterior es comprensible que nos quedemos un poco preocupados, pero es mejor pensar en IoT desde una perspectiva positiva. Una de las principales ventajas y utilidades es la utilización del BIG DATA. Todo podrá ser medido y rastreado para que, a través de herramientas basadas en la nube, pueda analizarse esta información y ser traducida en datos. Esta información útil será clave para tomar mejores decisiones y con ello, conseguir mejores resultados. Al obtener datos en tiempo real podremos predecir problemas y anticiparnos a ellos.
Para las industrias, el Internet de las cosas es un factor decisivo para impulsar la innovación. La conexión de las máquinas y las personas, incluso entre diferentes sectores, permitirán llegar a la máxima productividad y eficiencia.
¿Qué nos depara el futuro con el Internet de las Cosas?
- La Inteligencia Artificial puede entrenar algoritmos de aprendizaje automático para detectar valores en los datos para alertar de problemas futuros.
- El IoT tendrá un papel muy importante para el medio ambiente. La instalación de sensores que recojan datos en tiempo real sobre temperatura, humedad o dióxido de carbono en el aire permitirá a los organismos implementar tecnologías que ayudan a proteger zonas en peligro.
- Según el estudio de Microsoft IoT Signals, la adopción de soluciones de IoT en las empresas está creciendo rápidamente, tanto que los encuestados creen que en dos años el 30% de los ingresos de su compañía dependerán del internet de las cosas.
- En el ámbito de la salud, muchos hospitales van implantando cada vez más estas conexiones para monitorizar a los pacientes las 24 horas del día, evitando así métodos invasivos.
- Las ciudades inteligentes ya no son algo exclusivo de las películas de ciencia ficción. Gracias a las soluciones innovadoras del IoT muchas ya están en funcionamiento y creciendo rápidamente para conectar y mejorar la infraestructura, la eficiencia y la calidad de vida de los residentes.
Los avances del IoT son claros y avanzan a pasos agigantados, con lo que sus repercusiones en los diferentes ámbitos del día a día serán considerables. Como dijo Hans Vestberg, CEO de Ericsson, "si una persona se conecta a la red, le cambia la vida; pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el mundo el que cambia".
Miriam Martínez Canelo
Marketing y Comunicación Digital
MVP CLUSTER