La necesidad de empatía en la Inteligencia Artificial

Empatía en la Inteligencia Artificial

La necesidad de empatía en la Inteligencia Artificial

Hoy en día, parte de nuestras relaciones sociales se establecen a partir de los 'me gusta', 'like', 'love' o 'share' que publicamos en redes o internet. De hecho, y aunque siga habiendo gente alejada de la tecnología, compartir estos sentimientos con los demás se ha convertido en parte de la vida de un gran número de personas, lo que condiciona nuestra participación afectiva con los demás. En este entorno, la empatía, entendida esta como una habilidad de la inteligencia emocional, es importante porque posibilita experimentar diferentes beneficios; contribuye a la colaboración y la cooperación entre las personas, facilita los comportamientos sociales y fomenta el bienestar personal.  

El desarrollo tecnológico abre un debate complejo, cómo dotar a las máquinas de “sentimientos”. Ha habido un gran avance en los organismos tecnológicos en el reconocimiento del estado emocional de las personas dando lugar a interacciones “empáticas”, más humanas. Un sistema de inteligencia artificial (IA) con capacidad de empatía podría proporcionar interacciones más naturales, teniendo en cuenta nuestro estado de ánimo o sentimientos. 

 

 

 

Microsoft ha estado debatiendo con Michael Bannissy, profesor y jefe del departamento de Psicología en Goldsmiths, y Chris Edgar, investigador postdoctoral en Banissy Lab sobre el impacto y la importancia de la empatía en la Inteligencia Artificial y los posibles papeles del surgimiento de un nuevo perfil, que actualmente no existe, el empatólogoSu investigación se centra en cómo las personas perciben, interpretan e interactúan con los demás, ofreciendo una perspectiva única y académica que va más allá del campo de la tecnología pura. 

Según Banissy, “los seres humanos son seres sociales. Si realmente quieres pensar en desarrollar tecnología como la IA, creo que es crucial que se involucre a la empatía de alguna manera”. “No es tan simple cómo reconocer el tono de voz, la postura o la expresión facial de alguien. Hay mucho más que eso.” 

La tarea se presenta compleja. La base sería enseñar a los entes artificiales a distinguir diferentes niveles de comunicaciónpudiendo clasificarlo para que, bajo un determinado modelo algorítmico, puedan fijar con exactitud el estado cognitivo de las personas. Aunque según afirma Banissy “no es tan simple cómo reconocer el tono de voz, la postura o la expresión facial de alguien. Hay mucho más que eso.” “Actualmente, los algoritmos de machine learning son bastante buenos para reconocer algunas señales fisiológicas o conductuales que se asocian con estados emocionales específicos”, explica Edgar. “Sin embargo, si buscas las teorías más sofisticadas de las emociones, y cómo se producen -hay una variedad de ellas, y no hay una correcta por encima de las demás- todas son mucho más complicadas. No es tan simple como reconocer el tono de voz, la postura o la expresión facial de alguien. Hay mucho más que eso”.  

Se escapa de nuestra comprensión cómo una máquina puede aprender gestos para diferenciar sonrisas o cara de enfado, pero el reto va aún más allá. Los sentimientos y diferencias de personalidad son más complejos que eso, a veces lloramos de alegría o sonreímos con frustración. Un ejemplo claro de esto sería su aplicación a los tan de moda asistentes de voz que darían respuestas en función del estado emocional del usuario. 

Aquí aparece como punto clave y vital lfigura del empatólogo que con sus diferentes puntos de vista y conocimientos ayudaría a proporcionar y garantizar que los sistemas sean diseñados con una visión que trascienda a la tecnológica. El sistema de IA será mejor o peor según la alimentación de datos que reciba. Si se construye sobre un conjunto reducido de datos, su funcionalidad será limitada. Según las palabras de estos expertos, uempatólogo también podría ayudar a crear sistemas diseñados para tener un impacto positivo en nuestras propias emociones. ¿Qué pensaría Alan Turing sobre esto? Está claro que el futuro nos depara cosas muy interesantes y como dijo el padre de la ciencia de la computación, aunque nuestra visión hacia adelante es muy corta, podemos damos cuenta de que hay mucho por hacer”. 

 

Miriam Martínez Canelo

 

Miriam Martínez Canelo

Marketing y comunicación

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